martes, 21 de junio de 2011

Más apuestas para empresas. Danger ahead?

Hace tres años escribía sobre los productos financieros altamente especulativos que algunas entidades financieras estaban ofreciendo a pymes y particulares bajo la apariencia de seguros contra la subida de tipos de interés. 

Son sobradamente conocidos hoy en día los famosos swaps de tipo de interés que han servido de seguro efectivo ... no para las pymes o los particulares contra la subida de tipos de interés, sino para las entidades financieras contra la bajada de los tipos de interés.

En el post de marzo de 2008 presentaba un producto más sofisticado ofrecido a una pyme ligado a la evolución de la acción de un gran banco en los próximos cinco años. No han transcurrido aún, pero tres años más tarde la acción cotiza a poco más del 50% del valor de marzo de 2008. Teniendo en cuenta que para una empresa que facturaba poco más de 6 millones de euros se le proponía contratar el producto por un valor nominal de 600.000 euros, en este momento la posible pérdida sería de cerca de 300.000 euros, para una ganancia máxima de 30.000 euros.

Después de una temporada en la que no me llegaban este tipo de operaciones, esta semana recibo dos a cual mejor. Ahora el caramelo no es la protección contra la subida de tipos de interés, sino una imposición a plazo fijo con una rentabilidad ligeramente superior al mercado. Tampoco tan superior, un 5% a un año.

Por un lado una entidad regional ofrece para una inversión de 250.000 euros la IPF al 5% a un año para el 42,6% de la inversión, y para el resto comprar bonos de CEMEX con vencimiento en el 2014, y una Tir anunciada de la inversión del 6,46%.

Yo en principio sospecho sobre lo apetecible que es realmente el bono de CEMEX, ya que si fuese interesante de por sí, no necesitaría ir acompañado del “caramelo” de la IPF para colocarlo.
El bono es deuda de CEMEX, cementera mejicana con una fuerte exposición a Estados Unidos y España. Su reembolso a vencimiento está garantizado únicamente por la empresa emisora (CEMEX).
La cotización en la bolsa de Frankfurt del bono a 17/6 es de 91,82, lo que supone que el precio para un nominal de 150.000 euros sería de 137.730 euros, un 3,95% por debajo de los 143.400 euros a los que lo venden. Cierto que hasta hace unos días estaba cotizando a 95, lo que puede justificar la diferencia de precio.

Efectivamente existe la posibilidad de venta anticipada del bono antes de su vencimiento, pero al precio que marque el mercado. Éste ha presentado una alta volatilidad desde su emisión en el 2007, llegando a cotizar a 34 en el 2009, momento en el que la empresa tuvo que negociar una refinanciación de su deuda, cuyo vencimiento es en febrero de 2014. 

La evolución de la cotización dependerá fundamentalmente de la evolución de los tipos de interés y de las perspectivas de la empresa.

Teniendo en cuenta que se prevén subidas de tipos de interés, parece que una venta antes del vencimiento presenta como mínimo un riesgo de perder dinero por bajada del precio del bono.
Suponiendo que se mantiene hasta su vencimiento, hay que tener en cuenta las perspectivas de la empresa emisora. Los datos de la empresa en los últimos años no son muy alentadores.

Las últimas noticias que he encontrado en Reuters  anuncian pérdidas en el primer trimestre de este año, y dicen literalmente que la empresa está “desesperada porque el mercado de Estados Unidos despegue de nuevo para permitirle generar fondos suficientes para evitar tener que buscar una nueva refinanciación, como en Agosto de 2009”.

While the company says it has covered almost all its debt obligations until 2013, it faces $8.262 billion in debt that matures in 2014 and it is desperate for the U.S. market to take off again to allow it to generate enough funds to avoid having to seek refinancing again, as it did in August 2009.

Hoy me encuentro con una nueva oferta de estructurados del mismo gran banco del 2008. Básicamente una vez más el caramelo de una IPF con una rentabilidad del 5% ligada a una apuesta especulativa sobre la evolución de la acción del banco.

Lo malo de estas apuestas es que si las acciones suben la ganancia está limitada (el 5% a un año en el primer estructurado y el 13% a tres años en el segundo). En cambio si las acciones bajan la pérdida la asume la pyme. Teniendo en cuenta que la acción del banco llegó a bajar a un 56% de la cotización actual a finales del 2008, parece que la jugada se repite.

La cuestión es... ¿se repetirá también la gran bajada de las bolsas en este año? ¡Abróchense los cinturones!